1 Corintios 6:19-20 (Nueva Versión Internacional)19 ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; 20 fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
Este es un pasaje muy familiar de las Escrituras. El apóstol Pablo escribió a la iglesia de Corinto acerca de la importancia de ser pura en sus cuerpos ya que muchos estaban teniendo relaciones fuera del matrimonio. La gente todavía lo están haciendo hoy en día. Como danzoras queremos ministrar con vasos limpios. Estamos honrando a Dios con nuestros cuerpos mientras danzamos. Algunos dan a Dios el fruto de sus labios en el canto, otros son grandes predicadores y maestros, nosotras somos danzoras de alabanza. Normalmente no hablamos, pero Dios nos ha permitido hablar su mensaje a través de nuestros movimientos en la danza.
En un post anterior les expliqué algunos significados de los movimientos en la danza. Movimientos como haciendo una reverencia, el levantamiento de las manos, y saltando todos tienen significado bíblico específico. Aún hay más para aprender acerca de los movimientos. Cuando comencé a estudiar las diversas partes del cuerpo que los danzores utilizamos principalmente en la danza empecé a ver algunos de los componentes clave de por qué ciertos movimientos son ordenados por Dios.
Manos
Hay un significado espiritual a Moisés con sus manos y ganar la batalla. Tener sus manos levantadas o levantar a una posición de alabanza es también una posición de rendición. Estoy seguro de que Dios envió a sus ángeles para estar con Moisés y los israelitas durante la batalla. También estoy segura de que esos ángeles fueron dirigidos para ayudar en la batalla, siempre y cuando se levantaron las manos de Moisés. ¿Era eso en la Biblia? No. Sin embargo, se podría concluir que tenía que haber algún tipo de asistencia durante la batalla.
En un artículo anterior he explicado lo que sucede cuando se danza . Escuche de un profeta con el nombre de David Brown vio lo que pasó como Dios le dio instrucciones para danzar. El primer conjunto de instrucciones que iban a levantar las manos por encima de su cabeza y luego abrirlas. A partir de ahí se perdió en danza. El Espíritu Santo obró a través de él y cuando terminó, vio que la liberación se había llevado a cabo. Comenzó con un corazón obediente y con las manos levantadas. Aquí están algunas escrituras sobre el poder de las manos.
Éxodo 7:5 Cuando levanto mi mano poderosa y saque a los hijos de Israel, los egipcios sabrán que yo soy el Señor .Esto demuestra la fuerza y el poder de Dios. Sus manos son capaces de entregar personas. Porque Dios está en nosotros tenemos el mismo poder.
Éxodo 17:11 Mientras Moisés levantó el bastón en la mano, los israelitas tenían la ventaja. Pero cada vez que él dejó caer la mano, los amalecitas ganaron la ventaja.
Job 5:18 Porque aunque hiere, también vendajes. Él golpea, pero sus manos también sanan.
Salmo 63:4 Te alabaré mientras yo viva, levantando mis manos hacia ti en oración.
Salmo 66:9 Nuestras vidas están en sus manos, y él mantiene nuestros pies de tropiezo .Pies
Sin pies no podríamos danzar con facilidad. Se puede danzar sin pies, pero nuestros pies es una guía para nuestro cuerpo para la dirección. La importancia de los pies en la danza denota la victoria y la guerra. Del mismo modo que tiene, los pies son poderosos. Como danzores somos llamados a hacer la guerra en las manifestaciones externas de la danza. Es por eso que paso a paso, el pisar fuerte, incluso el salto es muy importante como nuestras armas. Tus pies también traerán paz a ustedes que el ministro con toda la armadura de Dios.
Job 9:13 Y Dios no depone el enojo. Aun los monstruos marinos son aplastados bajo sus pies
Salmo 18:39 Me has armado con fuerzas para la pelea; has subyugado mis enemigos debajo de mis pies .
Lucas 10:19 (King James Version) He aquí que os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y no hay para por cualquier medio que te hagan daño.
Efesios 6:14-16 Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos de la cota de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz ; Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que os deberá ser capaces de apagar todos los dardos de fuego del maligno.